miércoles, 23 de octubre de 2013

Manuel Guerra, Quebracho: Ejemplo para quienes seguimos luchando por la revolución

[Vamos! Nº16] A 36 años del secuestro y desaparición. El 1º de noviembre de 1977 fue secuestrado Quebracho. Era secretario de organización de la JCR. Enfrentó el golpe de Estado y la dictadura fascista. Dio su vida en la lucha por la revolución, el socialismo y el comunismo. 


Manuel Guerra, Quebracho, como era su seudónimo, nació en Frías, un  pueblo de Santiago del Estero. Fue a estudiar y trabajar en Córdoba. En 1968 participó del histórico Cordobazo, experiencia que impacta en su vida y su militancia. Ahí conoció y adhirió a las ideas del comunismo revolucionario y se incorporó al recientemente nacido PCR. Fue un activo luchador en el movimiento estudiantil secundario. Luego, trabajando en pequeños talleres, integró la lista Marrón encabezada por René Salamanca que recuperó para el clasismo el SMATA-Córdoba, donde fue organizador de la Comisión Juvenil del gremio.
Como Secretario de Organización de la JCR en 1974, su tarea central fue la construcción orgánica e ideológica de la JCR, con centro en el movimiento obrero, como por ejemplo con los mecánicos cordobeses y de Ford, los ferroviarios de Rosario; pero también en el movimiento campesino, estudiantil y en los barrios. A fines de 1974 viajó a la China de Mao Tse-tung, donde conoció la gigantesca experiencia de construcción del socialismo del pueblo chino.
Impulsó fuertemente la lucha contra el golpe de Estado. Una vez producido el golpe el 24 de marzo de 1976, se dedicó a organizar la lucha contra la dictadura fascista de Videla. Cuando fue secuestrado, estaba ayudando a organizar la huelga ferroviaria de noviembre de 1977.

La lucha por justicia 
Manuel fue secuestrado en la tarde del 1º de noviembre de 1977, en Pueyrredón y Las Heras, Capital Federal. Tenía 26 años y un hijo, Facundo, que tenía 11 meses. Luego de años de lucha e investigación, su compañera Teresita y Facundo han sido aceptados como querellantes en la causa que investiga su secuestro. Un testigo pudo anotar la patente del auto donde fue secuestrado. Se sabe que habría sido trasladado al centro clandestino denominado “el Atlético”.
Sin embargo el juicio ha avanzado muy poco ya que, como están planteados los juicios hasta ahora, los familiares deben demostrar el paso por determinado centro clandestino con una cantidad de pruebas que es casi imposible obtener a más de 30 años de los hechos. Mientras el gobierno se niegue a abrir los archivos de la dictadura, la mayoría de sus crímenes continuarán impunes y no habrá justicia para la mayoría de los desaparecidos. Acompañamos esta includicable lucha por verdad y justicia.
Quebracho fue un ejemplo de comunista, dedicó su vida al servicio de la clase obrera y el pueblo, luchando incansablemente por la revolución. Mantuvo hasta el final una actitud ejemplar frente a los enemigos de clase. Aún bajo tortura mantuvo silencio. Así derrotó a sus captores y torturadores, preservó a su familia, a sus compañeros y a la organización partidaria. Los comunistas revolucionarios tomamos su ejemplo y mantenemos en alto las banderas de la revolución por las que dio su vida. ¡Hasta la victoria siempre, querido Quebracho!