lunes, 6 de enero de 2014

La unidad revolucionaria

Con motivo de cumplirse un año de nuestra constitución como Comité de Reconstrucción del Comunismo Revolucionario (CR), tras romper con el PCR, reproducimos un discurso clave de Jorge Rocha el 30 de abril de 2008.


Jorge Rocha dio el discurso que reproducimos en el Luna Park, al cumplirse 40 años de la fundación del PCR tras romper con el PC. Todavía estaba en curso la rebelión agraria de 2008 contra el gobierno kirchnerista, que abrió profundos debates en el pueblo y en el PCR. Rocha insiste sobre la necesidad de la hegemonía proletaria para que la liberación nacional y social sea posible, y alerta: 
"...es necesaria, en una estrategia revolucionaria del proletariado, utilizar las contradicciones imperialistas en camino hacia el triunfo. Pero una cosa es utilizar las contradicciones interimperialistas para la causa revolucionaria, y otra es negarlas o negar su carácter. Porque si las negamos y ocultamos su carácter, más allá de las palabras, seremos esclavos y seremos miserablemente hundidos por esta lucha interimperialista, y nos apartaremos de defender incondicionalmente los intereses de la clase obrera y el pueblo."
 Este párrafo (y otros) fueron fueron deliberadamente tergiversados en otras desgrabaciones publicadas. En esta ocasión publicamos la desgrabación fiel al discurso original.



Discurso de Jorge Rocha en el Luna Park el 30 de abril de 2008 por el 40° aniversario de la fundación del PCR

Compañeras y compañeros, amigas y amigos:

Cuando fundamos nuestro Partido en el verano de 1968 hubo muchos que vaticinaron nuestra pronta desaparición. Hubo otros que directamente nos amenazaron para hacernos desaparecer de la política argentina. Y la dirección del Partido Comunista de aquel entonces desató una gran campaña difamatoria sobre nosotros. Dijeron que éramos un grupo divisionista, que habíamos caído -como se decía- en la charca del enemigo, en la charca de la burguesía. Y decían que éramos un grupo de jóvenes divisionistas que no sabían lo que era construir un Partido.
Y efectivamente éramos jóvenes, y no teníamos mucha experiencia en lo que era construir un Partido. Nunca pensamos otra cosa: que lo nuestro era -como lo fue- una rebelión de soldados y sargentos; una rebelión juvenil en defensa del marxismo. Pero hubo miles de compañeros que estaban esperanzados en construir un Partido de la clase obrera, un Partido que luchara por la revolución.
Hace poco tiempo hemos publicado varios tomos con nuestra historia. Puede verse allí lo que nosotros teníamos confuso. Y puede verse allí lo que nosotros teníamos de análisis erróneo. Pero puede verse allí también lo que nosotros sí teníamos claro. Las conclusiones a las que habíamos arribado dolorosamente a partir de nuestra militancia. ¿Y qué teníamos claro en el año ‘68?
Teníamos claro que la dirección del PC había traicionado la causa revolucionaria de los trabajadores. Teníamos claro que el PC había traicionado al marxismo-leninismo. Y es entonces que nos convencimos de la necesidad de forjar un Partido de la clase obrera. Un partido que levantara las banderas del marxismo-leninismo. Un Partido que las integrara a nuestra realidad. Un Partido que se fundiera con las masas obreras y populares. Un Partido que luchara para encabezar la lucha por la liberación nacional y social del pueblo argentino.
Pero también teníamos claro una cosa, compañeros, algo que nos indicaba el Che con su palabra y con su ejemplo heroico: que el pueblo trabajador no iba a avanzar hacia la liberación y tomar el poder en el marco de un lecho de rosas.
Éramos jóvenes, pero sabíamos con toda claridad lo que la historia de la lucha de clases había demostrado: que las clases dominantes no abandonan el escenario político, sus privilegios, su opresión y explotación al pueblo trabajador, mansamente. Y teníamos muy claro por qué había dicho Carlos Marx hacía ya muchos años que “la violencia era la partera de la historia”. En eso estábamos totalmente claros. Y es por eso que nos acusaron de fraccionistas y divisionistas. ¡Vaya la unidad que nos proponían! Nosotros por defender esas banderas dimos el paso y nos lanzamos a la construcción del Partido que hoy conmemoramos.
Y fue así entonces, compañeros, que con Otto [Vargas] al frente decidimos construir este Partido que hoy celebra 40 años. Y lo celebramos con orgullo. Con el orgullo de decir que desde entonces jamás arriamos las banderas que fundamentaron nuestra existencia: que fueron las banderas de servir incondicionalmente al pueblo, que fueron las banderas de la revolución democrática, popular, agraria y antiimperialista, en marcha ininterrumpida al socialismo. Esas fueron nuestras banderas que no arriamos jamás desde entonces; y es el orgullo con que enfrentamos el 40 aniversario de la fundación de nuestro Partido.

* * *

Cuando fundamos el Partido no éramos maoístas. Al maoísmo llegamos varios años después. Con el aporte del maoísmo pudimos desentrañar el proceso que llevó a la derrota del socialismo en la Unión Soviética en 1957. Y con la ayuda del maoísmo pudimos comprender también la trascendencia histórica de la teoría de la continuación [de la revolución] bajo las condiciones del socialismo. Teoría que dio claridad y nuevas perspectivas a millones de comunistas que habían sido sumidos en las tinieblas, por la derrota del socialismo en el año '57.
Pero nuestro Partido no hizo de estos desarrollos del marxismo-leninismo una defensa doctrinaria. Por el contrario, nos esforzamos a partir de los requerimientos de nuestra propia práctica para ver qué consecuencias tenía para el mundo, y también para nuestro país, el cambio de color de la Unión Soviética primero y de China después, y la caída del socialismo en todos los países en que la clase obrera había tomado el poder.
Fue así que pudimos analizar y denunciar la creciente penetración del imperialismo ruso en la Argentina. Y pudimos decir que era muy difícil entender la política argentina desde fines del año '50 si no se analizaba la penetración del [imperialismo] ruso en nuestro país.  Así como también podemos afirmar hoy que es difícil entender algunas cosas de la política argentina si no tenemos en cuenta la penetración silenciosa del imperialismo chino en nuestra patria.
Y esto hizo que sufriéramos tremendos ataques. Los más veteranos -muchos de los que están aquí- recordarán los feroces ataques que recibimos… las calumnias, las intrigas por hacer este análisis y por defender esta cuestión que veíamos como  una realidad en nuestro país.
Pero  no sólo sufrimos ataques de la derecha reaccionaria: también tuvimos polémicas con fuerzas de izquierda. Y nosotros les dijimos que era un error considerar como amiga de los pueblos a la Unión Soviética, así como decimos ahora que es un error considerar al imperialismo chino como amigo de los pueblos.
Y esto lo hacemos concientes de que es necesaria, en una estrategia revolucionaria del proletariado, utilizar las contradicciones imperialistas en camino hacia el triunfo. Pero una cosa es utilizar las contradicciones interimperialistas para la causa revolucionaria, y otra es negarlas o negar su carácter. Porque si las negamos y ocultamos su carácter, más allá de las palabras, seremos esclavos y seremos miserablemente hundidos por esta lucha interimperialista, y nos apartaremos de defender incondicionalmente los intereses de la clase obrera y el pueblo.

* * *

Desde nuestra fundación han pasado ya muchos años. Nacimos en la lucha, y aquí estamos, y así seguimos. Pero es un hecho a remarcar también que pese a las maniobras, las intrigas y los golpes del enemigo, nos hemos mantenido unidos. Y nos hemos mantenido unidos porque nos hemos esforzado por practicar el marxismo y no el revisionismo. Porque nos hemos preocupado en que nuestro Partido tenga una vida democrática que permita la verdadera centralización consciente. Y estamos unidos porque sabemos que en el Partido siempre se reflejan las contradicciones que existen en la sociedad. Pero nos hemos esforzado, sabiendo eso, por abordarlas y por encararlas, siempre con el espíritu de unidad comunista.
Y queremos afirmar que es un gran orgullo poder decirles a los enemigos poderosos, al revisionismo, que nos hemos mantenido unidos y haremos los mayores esfuerzos -de todo corazón- para que esto siga así para beneficio de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo.
Pero si esto es así en general, es doblemente valioso en estas circunstancias, porque enfrentamos un gobierno como el kirchnerista. En muchos años de política no encontramos un gobierno como éste, que se haya especializado tanto en dividir al pueblo, en intrigar, en hacer maquinaciones y en comprar dirigentes, en provecho de la minoría que nos gobierna.
Por eso es un orgullo decirles desde aquí que podemos comprobar que han fracasado en sus intentos de dividir al PCR y a la CCC, que se mantiene unida. Y les decimos que seguiremos luchando para que esto siga siendo así. Porque haremos de la lucha por la unidad de nuestro Partido, por la unidad de la CCC, una cuestión prioritaria; porque es éste un elemento esencial para pelear por dar vuelta la tortilla e impulsar el camino liberador en la Argentina.

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Finalmente compañeros, quisiera decir algunas palabras en relación al desafío que tenemos planteado. Porque en una conmemoración como ésta es válido también pasar revista de  nuestras fuerzas; analizar sus lados fuertes y sus lados débiles. Y como revolucionarios que somos, lo hacemos abierta y francamente.
El desafío que tenemos planteado, como se ha dicho anteriormente, es el de cambiar la correlación de fuerzas en el movimiento obrero argentino. Más precisamente, cambiar la correlación de fuerzas en las grandes concentraciones proletarias, en sus cuerpos de delegados. En aquellas concentraciones que -como demuestra la historia argentina- por su peso sindical, por su peso político, por su historia, cuando se mueven tiñen el rumbo del conjunto del movimiento social y político de la región y también del país.
Avanzar en este camino será decisivo para apuntalar la unidad y la organización de la unidad popular en marcha en la Argentina. Para lograr atraer hacia el lado del pueblo a un sector de las fuerzas armadas del enemigo. Para llevar adelante la unidad popular. Y a esto también debe contribuir el crecimiento de miles de nuevos compañeros que deben ingresar a nuestro Partido para cumplimentar este objetivo. Así como desarrollar la difusión de nuestro periódico y el espíritu financiero como el que ha sido el de este acto; porque este acto se ha hecho pesito tras pesito para poder conmemorar el 40 aniversario de este Partido.
El cumplimiento de este objetivo es una enseñanza de los últimos años, del último período de la historia política argentina. Es una experiencia que la sacamos de cómo fue el desenlace durante la dictadura de Onganía, de cómo fue el desenlace de la lucha antigolpista, de cómo fue el desenlace de la lucha antidictatorial. Y sobre todo, es la enseñanza que nos dejó el histórico Argentinazo; porque pudimos tumbar un gobierno, pero no pudimos imponer un gobierno patriótico y popular. Y cuando pasa esto, surgen los cambios de personajes, surgen los cambios de los escenarios y los beneficiarios en la disputa de los de arriba. Pero es un hecho que se mantiene el sistema con que los monopolios, los terratenientes y el imperialismo sojuzgan, oprimen y explotan al pueblo argentino.
Este objetivo de cambiar la correlación de fuerzas en el movimiento obrero es un requerimiento de la situación política actual y de nuestra política de enfrentamiento con el gobierno de Kirchner. Porque las brasas del Argentinazo siguen prendidas. Porque sigue abierto el auge de desarrollo de las luchas obreras y populares que, con idas y vueltas, se ha profundizado. Porque el gobierno de Kirchner se ha debilitado enormemente. Porque comienza a hacer agua su plan económico. Porque la inflación empujará a la clase obrera y a las masas populares a la lucha. Y porque, como lo demuestra la rebelión agraria, el país se va transformando en un terreno muy poco apto para lograr la paz social que pretenden el gobierno kirchnerista y todos los enemigos de nuestro pueblo.
Pero además, compañeros, este objetivo es necesario porque inevitablemente este proceso de auge afrontará un desenlace. Y tenemos que llegar a este desenlace sin las debilidades con las que enfrentamos los desenlaces anteriores. Y esa debilidad fue que la clase obrera llegó dividida; y nos guste o no nos guste, no cumplió su papel dirigente al frente de todas las fuerzas populares, por el que nosotros peleábamos. No cumplió su papel en la construcción de la necesaria alianza obrera-campesina. Y esto, compañeros, fue porque todavía predominan en la dirección de los sindicatos jerarcas traidores y conciliadores; jerarcas al servicio de las patronales y no de los trabajadores. Por eso, compañeros, este objetivo significa luchar para barrer a esos traidores de la dirección del movimiento obrero argentino.
Y queremos decir que quizás la fortaleza de las clases dominantes en estos desenlaces ha sido la presencia de esta debilidad en el campo popular. Pero creemos que es posible avanzar. ¿Por qué, compañeros? Porque como se ha dicho acá, hay una corriente juvenil que lo exige. Porque tenemos un camino que nos enseña, ejemplos que nos enseñan. Nos enseñan desde la historia René Salamanca y Gody Álvarez. Nos lo enseña la extraordinaria experiencia en desocupados y jubilados, que transformó a la CCC en una organización de masas. Nos enseñan los avances en el trabajo en originarios y en el campesinado pobre y medio. Y sobre todo, nos enseñan las experiencias de avanzada de organizaciones partidarias que nos están marcando el camino. De eso tenemos que aprender y generalizar, en función de cumplir este gran objetivo. Nosotros no coincidimos con aquellos que nos dicen que a este gobierno no lo para nadie… y si no, que miren lo que ha pasado con la rebelión agraria. Tampoco con los que nos dicen que los jerarcas sindicales son un mal eterno en el movimiento obrero y sindical argentino. Y tampoco con los que nos dicen, presos del escepticismo, que la revolución es una utopía.
Por eso compañeros, a cumplir con decisión este gran objetivo en el período venidero. Esa es una gran tarea, ése es un gran objetivo, y nos basaremos en la combatividad de nuestra clase obrera y en el temple de nuestro Partido, de nuestra Juventud y de la gloriosa Corriente Clasista y Combativa.

Compañeros: ¡Vivan las luchas de la clase obrera y el pueblo! ¡Viva el avance de la Corriente Clasista y Combativa en el movimiento obrero! ¡Viva el camino del Argentinazo! ¡Viva la revolución de liberación nacional y social! ¡Viva el PCR!