martes, 4 de febrero de 2014

Entrevista a Mónica Acosta, presidenta de Cooperativa Renader de Tierra del Fuego

Reproducimos entrevista completa, publicada parcialmente en Vamos! Nº21. En las últimas semanas en Tierra del Fuego se vive la cesantía de miles de puestos de trabajo, “tres mil en Río Grande y mil doscientos en Ushuaia”, afirma la presidenta de la metalúrgica recuperada. “Acá estamos, en la lucha” y larga un suspiro alegre en el que se resumen casi dos décadas de lucha con sangre, sudor y lágrimas que lograron mantener los puestos de trabajo, y bajo la forma de cooperativa arrancar la expropiación de la planta, el derecho de sacar los productos de la isla y ponerla a producir en manos de sus trabajadores.


– ¿Se redujo el personal en las electrónicas como Newsan, Hitachi, Digital Fueguina, etc?
– En la provincia alrededor de 10 mil trabajadores están precarizados. Todo el tiempo están viendo cómo sostienen el modelo a costilla del casi 60% de empleados contratados precarizados. Entonces cada vez que hay vencimiento de contrato, esa es la moneda de cambio y especulación.
Acá se siente con mayor crudeza porque dependemos netamente de los insumos importados. Entonces, si además de la situación explosiva que se vive con el dólar, se suma otra que tiene que ver con las autorizaciones de DJAI, donde se le pide a la Secretaría de Comercio autorización para la compra de los kits y la vienen denegando. Ellos se agarran de eso: al no tener insumos, al no tener abastecimiento y una serie de cosas no se pueden trasladar a los precios, plantean que no les queda nada más que despedir.

– Sin embargo, el gobierno provincial y la UOM justifican que es un simple problema de estacionalidad: ¿cuánto de la situación actual tiene de pasajero y cuánto de estructural?
– Eso creo que no lo pueda prever nadie. Lo que sí, la UOM al estar con cama adentro con el gobierno nacional y con el sector empresario, se ha convertido en un portavoz de justificar todo en términos de rentabilidad. De fondo, no profundiza un plan de lucha donde también se vea lo que es necesario revertir de fondo de la política industrial, que son la sustitución de importaciones. Ahora más que nunca la industria electrónica de Tierra del Fuego es una industria dependiente de los chinos.
Acá se generaron leyes a pedido de los industriales de la isla, como por ejemplo una baja importante en los impuestos internos y una serie de cosas que generaron reactivación desde el punto de vista de los puestos de trabajo, pero trabajos con mucha precariedad. Son todos con contratos basura, efectivos temporarios  o “Personal de Planta Discontinuo (PPD)”, un término que no existe pero está avalado por la UOM y el Estado nacional: los convocan para los picos de producción y cuando baja, los dejan en la calle.
Ahora, la situación se empezó a profundizar no solo por la fuga de capitales, sino porque tampoco se les exigió a las empresas un plan de reconversión, donde vayan analizando cuáles son los insumos que de forma inmediata podrían estar fabricando en la isla o en el resto del país. Son muy pocas las cosas que se hicieron en términos de nacionalización.
También hay cosas más vinculadas a un desarrollo tecnológico más profundo, de mayor inversión. Seguramente los chinos son una potencia en términos de eso, pero hay cosas vinculadas a la industria tecnológica que no intentaron reactivar, como por ejemplo la industria del plástico. Tenés que hacer inversión en matrices, inyectores y una serie de insumos que tranquilamente se podrían estar fabricando acá. No se hizo. ¿Por qué? Porque los chinos no te bajan un centavo del kit, por más que haya componentes que vos no le compres. Por más que les digas mandame las cosas más sofisticadas y el resto lo voy a hacer yo. El kit te sale igual. Ahí lo que hace falta más allá de la sustitución, es un Estado nacional fuerte que negocie con los chinos. Hasta el momento no se ha intentado, y el estado de precariedad tiene que ver con todo esto. Si esperamos medidas vinculadas al gobierno de turno, no vamos a sustituir nada.
La realidad es que hay que pelear  para que Argentina deje de ser un país dependiente en términos industriales, que fabrique componentes desde el insumo cero que le va a poner a ese producto. Pero acá solo discuten rentabilidad, lo que le genera ganancia al empresario. Sin ir más lejos, el año pasado a Newsan le dieron 300 millones en crédito blando del bicentenario. Y les dieron a New San y BGH la prioridad en la licitación Conectar igualdad, para hacer las computadoras. ¿Qué te puedo decir? Al tigre lo metieron para que cace en el jardín zoológico… ¡y se comió todo! Y cuando tiene que rescindir de mano de obra, se la saca de taquito, por más que sea contratado de 4 o 5 años, sin pagar indemnizaciones, o te deja cesante 6 meses y después te llama a una cuarta parte de lo que despidió. Así está funcionando la industria en Tierra del Fuego.

– ¿Cómo repercute esta situación en Renacer?
– Nosotros somos parte de esa precariedad, porque somos la única recuperada de la isla, y dependiente de un grupo grande como Newsan a la que trabajamos a façon, porque con los trabajos propios de la cooperativa, por el momento no llegamos a equilibrar nunca una facturación que permita mantener a los 160 obreros con sus salarios todos los meses. Dependemos del principal trabajo: la fabricación de microondas para Newsan. A ellos les conviene trabajar con nosotros por muchos motivos. Primero porque los precios, en este período de tantos aumentos, han quedado sumamente económicos, y ellos se aprovechan de esa necesidad. Nos cuesta mucho equilibrar en términos de acopiar los aumentos, de trasladarle esos aumentos a Newsan.
Renacer es una fábrica productora, que tiene para integrar todo tipo de proceso productivo, tipo taller. Es la única en Ushuaia. Pero no tenemos ni la tecnología, ni el capital necesarios como para dar semejante paso. Lo que estamos pidiendo en la actualidad es una intervención fuerte del Estado para lograrlo.
En lo inmediato estamos empezando a ver un plan de acción para discutir los aumentos. Acá todo se fue al carajo. Para que te des una idea el corte de carne más barato sale $80 el kilo. Con la excusa que estamos a 3.500 kilómetros de la principal boca de expendio, la inflación está sin control. A fin de año la canasta básica para 4 personas cerró $ 12.300, ahora debe estar más o menos en el orden de los $ 16 mil.

– Antes mencionaste al sindicato ¿qué hizo ante esta situación?
–Tenés una conducción tan traidora, que lejos de generar un plan de lucha unificado que defienda los puestos de trabajo, está empeñada en ser vocero del gobierno nacional o de las empresas radicadas en la isla. Para darte una idea, los delegados, incluyendo al Colo Tate que es secretario general de UOM Ushuaia y legislador de la provincia, agita la división, por ahí que nos saquen los microondas, etc. O sea, a pesar nuestro para negociar cuestiones internas o negocios con los contratados de las plantas de Newsan. Se sabe a voces, que por cada obrero que no se efectiviza ellos reciben un importe en términos de multa. Reciben por todos lados: negocios, dádivas, etc.
Hay mucha bronca por abajo, porque una cosa era años atrás, te decían “quedate tranquilo que en 2 meses conseguís”. El gremio los mantenía así. Pero ahora con la semejante inflación que se está viviendo, es un error pensar que la situación se puede llevar livianamente un par de meses sin trabajar. Acá estás sin trabajo un mes y sos un marginal, tenés que ir pensando en arriar los monos para otro lado. El alquiler más barato, un monoambiente, está 5 mil pesos.
En este momento la situación es mucho más dura que en el 2001, ¿qué le van a decir a los compañeros, “quédense tranquilos que van a vivir con el salario universal por hijo”? Ahora salió Oscar Martínez (secretario general UOM y diputado nacional K) a decir que las empresas tienen hasta el 12 de febrero para reincorporar a los que dejaron cesantes, que si no tienen respuesta empieza el plan de lucha. Una risa, cuando volvieron se encontraron con 4 mil afuera y van a esperar… Tuvieron que salir a decir eso porque la gente por abajo está empezando a ponerse loca. Pero viste como es, a veces donde menos te lo imaginas, colapsa la impotencia, la indignación y los van a pasar por arriba. 

– ¿Cuáles son las particularidades de ser una fábrica recuperada?
– Muchas veces nos han querido meter en la bolsa con las grandes empresas, que de arriba nos maneje la cosa los industriales. Somos catalogados como un híbrido, no somos empresarios; entonces pugnamos más por vincularnos con los compañeros de la CTA, con compañeros con más acuerdos en la lucha, hemos acompañado la lucha de los estatales, de los choferes de colectivos (UCRA), e ir ampliando un nucleamiento con compañeros metalúrgicos, etc.
Si de repente nos vinculamos con estudiantes, con los futuros profesionales que van a estar al servicio de la clase obrera y el pueblo, de una industria nacional sin dependencia con los países de afuera. Capaz que muchas de las recuperadas, como nuestro caso, como el caso de Zanon, que le acaban de dar los títulos (y está más que loca si cree que el Estado nacional le va a prestar 70 millones de pesos para tecnificar)… Desde acá buscamos impulsar cierto debate hacia las otras recuperadas.  Acá si no se generan condiciones no nos van a dar a nosotros el privilegio de lo que le dan a las clases dominantes. Mirá que nosotros los títulos los tenemos desde el 2007, somos grandes experimentados en saber que, por más que estés propietario de la fábrica, siempre te quieren cagar: los bancos quieren que hipoteques todo de nuevo, el Estado nacional te aporta un préstamo de 300 mil pesos, y ya quiere hacerte aparecer como un logro de su gestión política, etc.
Muchas veces todo el sacrificio que hace el trabajador de administrar esa herramienta de trabajo en el peor de los contextos no se tiene en cuenta. Nosotros no pagamos superestructuras gerenciales de miles de pesos, no nos afanamos plata rendimos cuenta de cada centavo que se gasta,
Nos viven inspeccionando, pero a los bancos o grandes industriales quién lo inspecciona: nadie; si hay una licitación estatal a quién se la dan: a los grupos económicos poderosos, no a los trabajadores.