martes, 4 de febrero de 2014

“Si nos meten presos a nosotros, condenan a todos los trabajadores”

[Vamos! Nº21] El 7 de febrero se resuelve la apelación de los trabajadores petroleros condenados en primera instancia en un juicio farsa. El miércoles 5 marchamos a Plaza de Mayo. Palabras de Ramón Cortés, condenado a perpetua.


El 12 de diciembre de 2013 fueron condenados en primera instancia a cadena perpetua Ramón Cortés, José Rosales, Hugo González y Franco Padilla (quién por ser menor al momento de los hechos sería enviado a tutoría), y a cinco años de prisión a otros cinco trabajadores. En el juicio se los acusó por la muerte de un policía en la pueblada de Las Heras en 2006, cuando los trabajadores reclamaban contra el impuesto al salario y la precarización laboral. Ha sido un juicio farsa donde no hubo pruebas. Lo único que se demostró es la tortura a acusados y testigos. 

Días después del fallo, Cortés viajo para participar de los actos del 19 y del 20 de diciembre en la Plaza de Mayo y denunciar a los jueces, las petroleras y el gobierno. Discurso que extractamos a continuación. El 5 de febrero se presenta la apelación de la defensa ante la Cámara en lo Criminal de Caleta Olivia. Ese día está convocada una marcha a Plaza de Mayo: una cita de honor. 

Compañeros y compañeras: 

Es un orgullo de estar acá con ustedes, como decía el compañero Franco. Nosotros hemos sido condenados a cadena perpetua. La cadena perpetua no está firme todavía.  ¿Por qué no está firme? Gracias a los trabajadores y a la clase obrera que se sumó a nuestros reclamos. Nosotros por haber salido a pelear contra el impuesto a las ganancias hemos sufrido tortura. Tantas torturas que hoy tuve que ir al hospital de la provincia de Buenos Aires a ponerme inyecciones, porque no aguanto más compañeros de la golpiza que me dieron. 

Entonces quiero decirles que, si esta condena se hace efectiva, hago responsable a todo este gobierno y a los jueces represores si le pasa algo a mi familia y a las familias de todos los luchadores procesados. Porque nosotros estaremos condenados a cadena perpetua, pero no estamos de rodillas delante de ningún juez, ni delante de ningún gobierno.

Yo lo vengo diciendo desde el 2006 –cuando nos torturaron, nos cagaron a palos y nos decían esto ‘te pasa por ser matador de milicos’–: Yo tengo la conciencia limpia. Los compañeros de Las Heras somos conscientes que no somos ningunos asesinos. Somos inocentes acá, en La Quiaca y donde sea. Y somos luchadores y trabajadores. No vamos a tener miedo y no nos vamos a quedar callados, por más que nos quieran condenar. 

Como dijo el compañero Franco, el 12 de diciembre no terminó. Pero nos hicieron un daño muy grande moral. Y un daño psíquico a mis hijos. A los hijos de los compañeros, cuando fueron a apreciar la sentencia que nos dictaron estos sinvergüenza de los jueces, como Lembeye, como Monelos  y como toda la policía que los estaba cuidando a ellos. Los perros que tienen ellos para cuidarlos. Y que nosotros dijimos: vamos a ir a enfrentarlos porque no somos ningunos asesinos de perros. Asesinos son ellos. Represores son ellos. Como mataron a Santillán y a todos los que han matado. En distintos lados, como Fuentealba. Así nos quieren matar a nosotros. Porque quieren meternos presos, matarnos y adentro de la cárcel hacernos desaparecer. 

Entonces nosotros venimos a redoblar la apuesta, como dijo Franco. Venimos a decirles a ustedes que la única forma que a nosotros no se nos dé esa condena y que no sea efectiva es haciendo huelga, haciendo paro, haciendo manifestaciones. Es la única forma compañeros. Porque acá no le tenemos que tener miedo. Porque si le tenemos miedo nos van a pisotear, compañeros. Y a la gente de clase trabajadora, ningún juez nos pisotea, ningún milico nos pisotea. Nosotros somos trabajadores y luchamos por nuestra familia y por nuestros hijos. 

Quiero decirles que me siento muy emocionado por estar junto a ustedes acá. La verdad que me quisieron quebrar compañeros. Pero no lo lograron. Estoy de pie y no de rodillas. 

Tenemos la libertad ahora, hasta el 7 de febrero,  después de las apelaciones veremos qué va a pasar. Si hacen efectiva la condena, detrás de las rejas vamos a seguir gritando la inocencia. Vamos a seguir peleando. Y vamos a seguir invitándolos a que peleen y nos saquen de la cárcel. 

Por eso muchísimas gracias por acompañarnos. Muchísimas gracias por ser parte de la lucha de nosotros, los petroleros de Las Heras; y los invitamos a que sigan uniendo fuerzas, uniéndose, llevando toda la lucha. Pero lo que queremos es un paro nacional y una huelga general. 

No quiero ser atrevido y faltarle el respeto a los familiares de los chicos que fueron matados, que torturaron y asesinaron acá en el 2001. Ese 2001 yo lo miraba por tele y decía ‘ojalá a mí nunca me pase’. ¿Y qué me pasó? Por salir a pelear por el impuesto a las ganancias en el 2006 me metieron en cana y me torturaron, como seguramente también muchos trabajadores han sido torturados por la policía. 

Desde ya millones de gracias. Que Dios los bendiga y un saludo grande para la gente de Las Heras, que seguramente los están escuchando a ustedes. Y desde acá les quiero desear que la fuerza y la unión no los van a dejar vencernos.