martes, 18 de febrero de 2014

Una masacre y muchos interrogantes

[Vamos! Nº22]  El incendio del depósito de Iron Mountain en Barracas.


Las nueve víctimas fatales por el incendio del depósito de Iron Mountain en Barracas nos conmocionaron a todos (ayer 17/2 se conoció la décima victima). Dos bomberos voluntarios, un miembro de Defensa Civil y seis bomberos de la Policía Federal. No fueron muertes de algún destino inevitable. Hay causas que acusan a sus responsables.
Son cada vez más fuertes los indicios de que fue un incendio intencional. ¿Por qué no anduvieron los aspersores de extinción? A la sospecha, ahora se suma la confirmación de que hubo cuatro o cinco focos de incendio y el suspicaz traslado de cajas de la empresa previo al incendio. 

Esta empresa líder en “cuidar” documentos ya tiene una amplia experiencia en incendios: tres depósitos en 1997 en Estados Unidos, otros en 2006 en Canadá y en Londres, y uno más en 2011 en Italia. En algunos casos se comprobó que habían sido intencionales. En Argentina, Iron Mountain guarda documentación de HSBC, La Caja, Molinos Río de la Plata, Boldt, El Cronista Comercial y Telefónica. La empresa es también contratista del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.  ¿Hubo intensión de deshacerse de documentos que queman?



A partir del particular derrumbe de la pared que se desplomó, se conoció que la estructura del depósito no era apta. El depósito ya había sido clausurado en 2008 por falta de seguridad contra incendios. Pero rápidamente se levantó la clausura. Incluso, en diciembre de 2009 la empresa fue distinguida por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por ser una de las tres primeras inscriptas en el Registro de Empresas TIC de la Ciudad (del área tecnológica). La pestilencia de la corrupción de Estado volvió a brotar, como ya pasó con Cromañón y la masacre de Once.

Por último, queda sobre la mesa la precaria situación en la que trabajan los bomberos y los rescatistas. En esto los gobiernos son directamente responsables. 
Aún no tenemos respuesta a todas las preguntas sobre este incendio tremendo. Pero sí podemos decir que sólo en una sociedad dividida en clases puede ser “negocio” quemar y matar.