martes, 17 de junio de 2014

Editorial | Ajuste, soja y represión

[Vamos! Nº30] Mientras se profundiza la disputa por el recambio 2015, con escándalos de corrupción, siguen las suspensiones, los despidos y la represión. En Córdoba la represión acompañó la flamante “ley Monsanto” para profundizar la sojización. En Chaco fue contra para intentar callar los reclamos de los campesinos y los trabajadores que igual hicieron un acampe. Como en Gestamp, Lear, Paty, Donnelley y Calsa, los trabajadores y el pueblo enfrentamos el ajuste.


Brutal fue la represión a los pueblos originarios y demás trabajadores en la marcha multisectorial en el Chaco, con decenas de heridos y detenidos. De la misma manera el gobernador De La Sota descargó contra los sectores populares que denuncian al monopolio Monsanto en esa provincia. Cientos de efectivos de la provincia de Buenos Aires y Gendarmería Nacional ocupan y rodean la planta de Gestamp por la lucha de los trabajadores despedidos por el monopolio español, mientras avanzan las suspensiones y despidos en el país. Por arriba todos acuerdan en el ajuste, mientras se sacan los ojos por las denuncias de corrupción que involucra a Amado Boudou y el despegue de Daniel Scioli participando en una convocatoria de Clarín. La lucha política está al rojo vivo, en momentos de definiciones hacia el 2015.


La brutal represión en Resistencia dejó  más de 100 heridos.


La represión a paso firme
La brutal represión en la provincia del Chaco es una muestra de una política genocida hacia los pueblos originarios y a favor de la entrega de nuestras riquezas a los monopolios imperialistas y terratenientes. Esta política que lleva adelante el gobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff es la continuidad de la del ex gobernador Jorge Capitanich, hoy jefe de Gabinete del Gobierno nacional.

Al levantarse el acampe en Resistencia el jueves 12, la Multisectorial afirmó en un comunicado: “Vinimos a reclamar en la defensa de nuestros intereses para no irnos del campo y vivir dignamente de nuestro trabajo, que nuestros hijos y ancianos no mueran de desnutrición y cada vez más de tuberculosis, de Mal de Chagas y enfermedades evitables. (…) No pueden gobernar como faraón, no es justo, no nos merecemos esto. Mientras son duros con nosotros, ofrecen sonrientes la riqueza de todo el pueblo y nuestros territorios a los extranjeros. (…) Nos hacen juicios por cortar ruta por falta de agua y atentan contra la vida de nuestros dirigentes como Mártires López, cerrando la causa sin investigar dos veces y la reabrimos. Hoy se descubre que la historia clínica que estaba en el Perrando se quemó”. Por eso la lucha continúa.

La policía de Córdoba reprimió duramente el pasado jueves a manifestantes y organizaciones populares que repudiaban en la Legislatura el tratamiento de la reforma de la Ley Ambiental Provincial, que posibilita la radicación de monopolios imperialistas como Monsanto en la región. Hubo decenas de detenidos y heridos. La aprobación de esta ley –votada por el PJ, el Frente Cívico (de Luis Juez) y la UCR- es el paso previo necesario para que Monsanto pueda instalar definitivamente su planta de procesamiento de semillas transgénicas en la localidad de Malvinas Argentinas (Córdoba).

Actualmente, la instalación está frenada gracias a la lucha popular que se manifiesta concretamente en el bloqueo al predio de la planta desde el mes de septiembre del 2013. El gobierno de De La Sota se ha caracterizado por llevar adelante esta política de entrega y represión en la provincia.

Estos hechos se suman a la militarización y represión a los trabajadores mecánicos de Gestamp en Escobar en el conurbano bonaerense, con 500 efectivos de la Infantería de la provincia y la Gendarmería en el perímetro. Así trabajan hoy los obreros de ese monopolio español.

“Camisas negras”
Junto con esto, el accionar de la dirección del SMATA y delegados afines, muestran una vez más el papel de estos verdaderos “camisas negras” (organización creada por terratenientes y militares fascistas para perseguir a los dirigentes obreros y campesinos comunistas en la Italia de Mussolini). Jerarcas traidores como Pignanelli y otros directivos del SMATA y sus delegados actúan al servicio de las patronales y el gobierno. En fábricas como Volkswagen denuncian en asambleas a los “zurdos” apretando e infundiendo temor, o golpean con patotas a los trabajadores en lucha como los de Gestamp.

Acompañando esto, los principales sindicatos de la rama industrial de la argentina sacaron una solicitada contra los delegados combativos y de izquierda poniéndolos como blanco de sus ataques.

“Ramal que abre, no para”
Cristina Kirchner el pasado viernes al inaugurar la nueva extensión de la línea ferroviaria del tren San Martín culpó a la lucha de los trabajadores por la privatización de los ´90 y amenazó a los sectores combativos al decir que “entiendan que el servicio debe prestarse continuamente, para que no surjan de nuevo argumentos” para volver a cerrar estos ramales “recuperados”. Y más tarde agregó: en contraste con aquello de “ramal que para, ramal que cierra” de los ’90, “ahora decimos: ‘ramal que abre, no para’”.

Cristina Kirchner, acaba de afirmar en el Foro de naciones emergentes G-77+China en Bolivia que “la actualidad, el capitalismo se encuentra en una nueva etapa, que no resultó definida por teóricos como David Ricardo y Adam Smith, y se trata de un período en el que se crea exclusión”. Donde “El capital es hoy excluyente porque dejó, en muchos casos, de explotar” (sic). Desde esta tesis revisionista golpea y persigue a los sectores combativos de la clase obrera que sólo buscarían el conflicto por el conflicto en sí. Desde estas tesis se alimentan los jerarcas como Pignanelli o Caló, y desde esta tesis estaría bien juzgados los condenados de Las Heras.

La recesión y la crisis política
La situación que atraviesa la industria automotriz es producto de la recesión en ese sector. Lo mismo sucede con la construcción que en los últimos meses se ha paralizado. “Los valores inflacionarios se amesetaron”, sostiene el ministro Kicillof, pero ocultan que es por el estancamiento de la economía, con síntomas de recesión en áreas claves y la caída del consumo. Los acuerdos con Brasil sobre importaciones son a la medida de los monopolios automotrices y será una aspirina que pateará el problema para adelante.

Ahora, tras el acuerdo con el Club de París, van por los buenos deberes con los fondos buitres para poder conseguir nuevos préstamos y endeudar al país en nombre de “mayor producción y nuevas inversiones para que vuelva el consumo” (neo-desarrollismo puro).

“Las medidas anticrisis de principio de año, no alcanzan”. Así los monopolios salieron a apretar en boca del presidente de la UIA, Méndez, que señaló la necesidad de “achicar el gasto” y nueva devaluación.

Los acuerdos y forcejeos en materia económica se traducen en “palazos” en el terreno de la política, llegando a situaciones de crisis como el escándalo de corrupción que envuelve el caso Ciccone y el vicepresidente Boudou, donde el grupo Clarín está llevando adelante una gran embestida que mancha y divide al gobierno y el FPV.

Daniel Scioli salió a “desmarcarse” del escándalo al concurrir a la convocatoria que el Grupo Clarín y su CEO, Héctor Magnetto, armaron el último martes para discutir la problemática del sector rural. Así, el gobernador de la provincia más importante del país quedó en la cornisa del acuerdo con el kirchnerismo, agudizando así, la crisis política en el partido de gobierno. Este escenario será la constante de aquí al 2015.

Para los sectores populares y antiimperialistas son tiempos de reagrupamientos para la lucha, aprovechando la lucha de los de arriba, para avanzar en el paro activo de 36hs y la recuperación para el clasismo de los cuerpos de delegados y sindicatos, para que paguen los monopolios, terratenientes y bancos, abriendo el camino hacia la liberación nacional y social.