martes, 4 de noviembre de 2014

La lucha es hoy

[Vamos! Nº 40]  EDITORIAL. Mientras el gobierno pretende ocultar la inflación y la crisis, y se teje un pacto ajustador hacia las elecciones, el segundo Encuentro Sindical Combativo fue un paso para la unidad necesaria contra el ajuste y la entrega.







Tanto el gobierno como fuerzas de la oposición han puesto el centro de su atención en las perspectivas de elección y recambio presidencial en 2015. Pero los sectores combativos denunciamos el ajuste que avanza hoy. Y no damos tregua.

El segundo Encuentro Sindical Combativo
El segundo Encuentro del Sindicalismo Combativo constituyó un logro muy importante, ya que se realizó en momentos donde los trabajadores son golpeados duramente por la política kirchnerista, descargando la inflación de más del 40% y devorando los salarios pactados en promedio en un 30%. Los trabajadores son golpeados también por las suspensiones y despidos, principalmente en la industria automotriz y la carne. La precarización laboral golpea a más del 40% en el ámbito privado y en el Estado. Miles ven con incertidumbre el futuro de su fuente de trabajo, entregados por los jerarcas sindicales a la voluntad de los monopolios imperialistas.
La política kirchnerista y de los gobiernos provinciales va acompañada de la criminalización y judicialización de los dirigentes que encabezan las denuncias en numerosas luchas. Luchas duramente reprimidas muchas de ellas, como la ocurrida nuevamente a los trabajadores de Lear que reclaman su reincorporación, sosteniendo una lucha ejemplar contra el monopolio yanqui, los jerarcas del SMATA y el gobierno.
Pero este nuevo Encuentro también marcó el avance de los sectores combativos y democráticos de diferentes sectores del movimiento obrero y asalariados de distintas provincias del país. Muchos sectores que se expresaron en el primer Encuentro de Atlanta se han esforzado por estar a la altura en la dura realidad que atraviesa el movimiento obrero y popular.
La realización de este segundo Encuentro, excedió la voluntad y el ritmo de alguna alternativa política electoral o la voluntad de algún partido. Por eso, como se dijo, “el Encuentro no tiene dueño”. Se tomó el compromiso de seguir ampliándolo como una verdadera expresión de todos los sectores combativos, democráticos y antiimperialistas del movimiento obrero en sus diferentes corrientes. Y desde aquí trazarse objetivos de lucha y recuperación sindical.
El gobierno avanza en su política inflacionaria y agro-minera exportadora. Mientras forcejea con los buitres yanquis, paga la deuda usuraria y profundiza la dependencia, especialmente con el imperialismo chino y ruso. Trata de esconder el aumento de la pobreza con los dibujos del Indec. Pero es una verdad incontrastable. Desde esta realidad, se trabaja una tregua que incline la cancha hacia la dinámica electoral. A ningún sector de las clases dominantes le interesa que haya un desborde de la lucha obrera y popular.
Justamente en la vereda de enfrente se mostró el Encuentro Sindical Combativo, que impulsará desde un programa propio la participación activa en la próxima jornada nacional de lucha convocada por la CTA opositora para el próximo 20 de noviembre.

La traza del 2015
Las clases dominantes han definido marchar a las elecciones. También las fuerzas electoralistas se sumergen ya en el fangoso terreno electoral. Todo está teñido por esta impronta. Porque las clases dominantes, a la vez que han definido “cacarear” contra el gobierno, buscan enchalecar las luchas para que éstas no modifiquen la aplicación del ajuste y la traza electoral hacia el 2015. Como afirmaron los exponentes de los monopolios imperialistas en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata, será un año de mayor crisis y la descargarán en las espaldas de los trabajadores. Sus premisas son: ajuste y elecciones.
Mientras tanto, el oficialismo hoy cuenta con mayoría automática y mantiene la iniciativa y avanza en las leyes antipopulares.
Por el camino electoral no se pudo modificar, ni en este ni en el futuro parlamento, la traza de la entrega que significa la nueva Ley de Hidrocarburos, a la medida de los monopolios imperialistas. O la traza de un presupuesto 2015 que reafirma la dependencia, con miles de millones de dólares para pagar la deuda ilegítima y fraudulenta, con sueldos a la baja y precarización laboral. O la de un Código Civil con artículos que atentan contra los derechos de los trabajadores, y refuerza la especulación y la corrupción empresarial. O un código de Procedimiento Penal, xenófobo, que refuerza la mano dura como expresión de una política de Estado, aunque algunas fuerzas sólo reducen su denuncia a la figura de Berni.
Por eso es fundamental hoy empujar la lucha de masas que denuncie y enfrente estas políticas reaccionarias, empujadas por el kirchnerismo, que apunte a romper la tregua, derogue los artículos antipopulares de estas leyes y golpee el ajuste arrancando un bono o doble aguinaldo para fin de año.
Mientras tanto, no restamos importancia a utilizar el parlamento burgués para denunciar los vejámenes al pueblo, demostrando que el camino para la emancipación del pueblo es el revolucionario. El camino de la lucha democrática y antiimperialista, de la liberación nacional y social, para dar un gran salto histórico, ya no derogando estos engendros para modificar la traza, sino destruyendo el Estado que los sostiene.