martes, 12 de mayo de 2015

Editorial | Romper el techo salarial


[Vamos! Nº51] El modelo agro-minero-exportador se sostiene con “inversiones” imperialistas, impuesto al salario de los trabajadores y nuevo endeudamiento. Las paritarias no cierran en el 25% del Gobierno y los empresarios; y se calienta por arriba pero más por abajo. Trabajar para imponer un paro que les rompa el techo y fortalecer un voto de lucha en el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT).


Un modelo de dependencia en crisis
Sostener el consumo popular sin reactivar de manera independiente la industria y el agro, con una política que profundiza la dependencia en forma muy acelerada –como se evidenció en estos 12 años de gobierno kirchnerista–, lleva más tarde o más temprano a nuevos endeudamientos para poder sostener este modelo agro-minero-exportador.

El gobierno fue amarrando la dependencia de diferentes formas. Con el imperialismo chino celebró más acuerdos comerciales y de inversión en obras que le posibilitaran la entrada de dólares, fomentó y estimuló al empresariado y gobernadores a celebrar acuerdos en la energía, la minería, la industria, el agro y servicios. Su penetración capilar es silenciosa pero ha penetrado en poros sensibles de las economías regionales. La base aeroespacial con implicancias militares en la provincia de Neuquén es una clara muestra del grado de acuerdos con ese imperialismo que van más allá de lo económico. También se han adecuado la legislación a su medida.

Se ha reactivado en los últimos años el comercio con Rusia, con su economía en crisis, llegando en el último viaje de CFK a acuerdos en materia energética, nuclear y militar.

El Gobierno desde YPF tiene como socio estratégico a Chevrón en Vaca Muerta, mientras sostiene a otros monopolios y últimamente permite la entrada de chinos y rusos en el yacimiento. Así, amarrando la dependencia, trae “inversiones” y dólares.

Pero eso no alcanzó porque es más la fuga de remesas constante que giran los monopolios que las inversiones. Y porque es deficiPretaria la balanza comercial con estados como china, donde es más lo que entra de ese país que lo que sale. Como no puede ser de otra manera.

Entonces el Gobierno, falto de dólares para sostener el consumo con la caída del crecimiento hace 20 meses, se encuentra en el dilema histórico de ajustar de manera “ortodoxa” o seguir endeudándose. Frente a esta disyuntiva amenaza con la vuelta –que traen varios candidatos de la oposición– a las recetas de “ajuste ortodoxo”, como la devaluación o recorte de subsidios al transporte, servicios y asistencia social. Mientras tanto, desarrolla el ajuste neo-desarrollista por inflación y nuevos endeudamientos de manera directa, con el convenio swap con China y con la colocación del Bonar24. Y como esto no alcanza, mantienen el impuesto distorsivo al salario; porque el ajuste, “ortodoxo” o “neo-desarrollista”, es ajuste.

La disyuntiva no es ajuste “ortodoxo” o “suave”, sino romper esa polaridad y avanzar hacia la liberación nacional y social, fortaleciendo el reagrupamiento para esos objetivos.

Las paritarias: el gran problema
En este marco recesivo y falta de dólares con una caída del consumo, el gobierno enfrenta las paritarias con la premisa de no superar el 25% de techo. Nadie quiere “incendiar las naves” en el sindicalismo traidor que controlan los principales sindicatos y centrales obreras. Pero contrasta con la realidad por abajo, donde la plata no alcanza y se preparan despidos y suspensiones en las terminales automotrices, principalmente por la crisis en Brasil que se lleva el 70% de lo producido en el país.

Los anuncios del ministro Kicillof sobre el impuesto a las ganancias buscaron confundir más sin cambiar prácticamente nada. El propio ministro reconoció que con los nuevos aumentos en paritarias se pagará más por ganancia, “como pasa con todo”, dijo. Está claro que, con este impuesto distorsivo, los trabajadores bancan gran parte de la política asistencial como también afirmó Kicillof.

Entonces nuevamente las paritarias son el palo en la rueda de la política económica del gobierno. Para lograr un techo en las paritarias, el Gobierno se une con los principales monopolios, “ayudado” por alguna voz “ortodoxa” de la UIA que sugieren “aumentar por decreto” o “eliminar las paritarias”, ejerciendo así el rol de “puching-ball” del Gobierno para argumentar y aplicar el “ajuste blando”.

La situación de los trabajadores y el pueblo se han agravado en los últimos años. Ha crecido la pobreza: uno de cada tres habitantes es pobre, superando los 800 mil argentinos. Al comienzo de la década se necesitaban 60 sueldos en promedio para acceder a una vivienda; ahora se necesitan 90 y los créditos son inaccesibles. La precarización laboral ha crecido y la denuncia de los talleres clandestinos son sólo la punta de un iceberg que muestra la lacra del sistema capitalista a 3 kilómetros de la Casa Rosada.

Pero la lucha de los trabajadores va creciendo desde abajo cargando conquistas muy importantes, como las de los docentes de Tierra del Fuego que arrancaron 46% de aumento con su lucha ejemplar (ver nota) o la de los docentes de Tigre.

Diversos destacamento del movimiento obrero y asalariados están en las gateras de paro. Los bancarios arrancan el plan de lucha con paros y movilizaciones, la UOM va al paro luego de la conciliación ya que no hubo acuerdo y el Gobierno tomará como gremios testigos para la paritaria a Comercio y la Construcción que acordaron el 26%. Los motores se calientan con muestras duras como los aceiteros que decretaron un paro por tiempo indeterminado y están a la espera de la CGT San Lorenzo, que si se pliega paran los principales puertos de Santa Fe. Moyano está esperando a Fernández de la UTA si se decide llamar a un paro para plegarse. Las urgencias de los trabajadores, bien gracias.


1º de Mayo en la Plaza: El CR y agrupaciones antiimperialistas en el acto del Frente de Izquierda y los Trabajadores.


La lucha y las elecciones
Los actos del 1º de Mayo mostraron en gran medida que los que salen a la calle y se manifiestan son los sectores combativos del movimiento obrero (ver nota). La CTA Autónoma también hizo actos. Casi ninguno de los jerarcas recordó esa fecha tan sentida para los trabajadores.

El acto más importante fue el del FIT en Plaza de Mayo, donde el CR concurrió, previa choriceada y acto frente al Cabildo.

Luego de conocerse los resultados de las elecciones en Mendoza el domingo 3 de mayo, donde el candidato Del Caño (PTS-FIT) salió segundo en las lecciones a intendente por la Ciudad de Mendoza, se agudizó la interna en el FIT y anunciaron que irán a las PASO para dirimir la candidatura presidencial. Esta crisis tiene un trasfondo en que por un lado Izquierda Socialista y el PO buscan ampliar el frente (como se pudo ver en el acto del 1º de Mayo), y por otro el PTS, con una visión más “ideologizada” del frente, resiste y critica el manejo de las candidaturas.

Nosotros, que no integramos el FIT, ratificamos nuestros fundamentos políticos de nuestro voto nacional al Frente, ya que entendemos que expresa un programa y una confluencia de sectores protagonistas de las principales lucha en el último período, y que los últimos resultados en el interior y en Capital Federal muestran que frente a un escenario de dispersión un sector del pueblo elige al FIT como un canal frente a las variantes de las clases dominantes. Esta opción se inscribe dentro del reagrupamiento que enfrenta el ajuste y la entrega, y ayuda objetivamente a la lucha por la liberación nacional y social.

Con estas mismas fuerzas hoy empujamos, en diferentes sindicatos y reagrupamientos como el Encuentro Sindical, la lucha por el paro activo de 36hs para romper los topes salariales, por un aumento del 40% con 12 mil pesos de salario mínimo, aumento de las jubilaciones y el 82% móvil, en el camino de hacer pagar la crisis a los monopolios, los terratenientes y los bancos.