miércoles, 27 de enero de 2016

La “herencia” del PTP-PCR

[Vamos! Nº]  Polémica.



En las declaraciones del principal dirigente de la CCC, Juan Carlos Alderete, para el diario oligárquico La Nación señaló, luego de una reunión reservada con funcionarios del gobierno, que “fuimos discriminados por el anterior gobierno y por eso recurrimos muchas veces a los cortes de ruta”. Alderete confirmó sus charlas con López Medrano y dirigentes del gobierno de Cambiemos y agregó: “Nos han dejado una bomba de tiempo y espero que esta nueva gestión nos dé otro tratamiento: queremos aportar al plan de pobreza cero”.

Siendo forzadamente ingenuos, como mínimo suena extraño considerar que pueda haber un “Plan de Pobreza Cero” con el gabinete anunciado en esos días, la devaluación, la inflación y los despidos masivos. Pero ya no deja lugar para ingenuidades cuando alertó: “Organizaciones kirchneristas quieren generar caos. Pero no estamos de acuerdo con los saqueos, y cualquier compañero que participe de ellos será expulsado en el acto de nuestro movimiento” (La Nación, 14/12/2015).

Ningún partido que se diga revolucionario puede prestarse a la “colaboración” con semejante gobierno y, no conforme con eso, hacer de su “vocero” alertando de los planes del kirchnerismo para “generar caos”. Pero no es de extrañar en el caso del PTP-PCR si tomamos en cuenta que ese partido viene de una alianza con estos sectores, como quedó plasmado en el acto electoral de Cañuelas el 25 de Mayo del 2009 compartiendo escenario con los mismos que gobiernan hoy el país: como el rabino Bergman, De Angelis, Toti Flores (dirigente social vinculado a Elisa Carrió), Buyaile, Apaolaza (Carbap), etc. Y también como quedó más de relieve aun con las cenas en la Sociedad Rural organizadas por la Fundación Oscar Alvarado y que tuvieron a Alderete como invitado especial. Es decir, según la CCC y el PTP-PCR es más grave comer un paquete de fideos robado de un súper que cenar al lado de lo más rancio de la oligarquía terrateniente.

Nada de esto nos sorprende a quienes hemos roto con el PTP-PCR tras denunciar su cambio de carácter, sino que ratifica nuestro análisis de que ese partido había dejado de ser el partido de la clase obrera. Y para confirmar que no es simplemente un desliz de un dirigente de un movimiento, vale leer el órgano del PTP-PCR donde presentaron a la devaluación como una medida con la que “Liberan los cepos descargando la herencia kirchnerista sobre los trabajadores y el pueblo”, quitándole responsabilidad al macrismo y culpando a la “herencia” (semanario Hoy, 6/1/2016).

Hoy esa línea que denunciamos se evidencia también en un PTP-PCR que no es capaz, frente al juicio y condena a los trabajadores fueguinos, de tomar si quiera una posición repudiando este antecedente nefasto de llevar a juicio a docentes y camioneros por luchar. ¡Qué extraño “partido del proletariado” que ha puesto por delante la alianza con la ex gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, una verduga de los trabajadores!

Pero por extraño que parezca, estos hechos que señalamos son la muestra actual de la denuncia que hicimos con elementos por escrito cuando decidimos romper hace tres años denunciando el antagonismo de una línea con la estrategia y los objetivos históricos del proletariado. Un PTP-PCR que en lo táctico desplegó la línea del “frente único anti K” sin importar el programa, aliándose con los enemigos de clase y señalando como “kirchneristas” o “servicios” a los que planteábamos la línea opositora de un frente único antiimperialista y antiterrateniente. Una línea que hasta el día de hoy la esgrimen y desarrollan bajo la premisa de “luchar para impedir que Macri aplique la herencia K a los trabajadores y el pueblo” (semanario Hoy, 6/1/2016), corriendo del blanco al macrismo y el gobierno.

En consonancia con esta línea, tampoco concurrieron a la movilización con decenas de comisiones internas, sindicatos y organizaciones políticas el día 22/12, por el bono de fin de año, que se transformó en repudio a la represión a los obreros de Cresta Roja.

Esta realidad termina de cerrar una etapa donde los hechos son los que mandan, no el relato revisionista. Muestran un conjunto de hechos opuestos a la estrategia revolucionaria, contrarios al concepto marxista de que “la estrategia en política preside y reside en la táctica”, como señalaba Jorge Rocha. Nos reafirma en las razones de nuestra ruptura, en nuestros objetivos revolucionarios y en la necesidad de la construcción del Partido revolucionario del proletariado para el triunfo de la revolución de liberación nacional y social en marcha al socialismo. Porque tenemos una misión histórica: el comunismo, la sociedad sin explotadores ni explotados. Y sabemos humildemente que cuando una organización pierde de vista ese objetivo, la táctica y la estrategia van a degenerar, obligadamente, en el oportunismo como inicio de su degeneración ideológica y traición de clase