domingo, 9 de marzo de 2014

Comenzó el juicio por 5 compañeros asesinados en la represión del 2001

[Vamos! Nº23]  Justicia para los asesinados en el Argentinazo. A los acusados se los juzga por homicidio culposo (sin intención) y De la Rúa fue sobreseído, en sintonía con la línea impulsada desde el kirchnerismo. Un conjunto de fuerzas opositoras nos movilizamos condenando a los responsables políticos y materiales y denunciando también las condiciones amañadas de este juicio.



El 24 de febrero en los tribunales de Comodoro Py, comenzó el juicio por cinco de las muertes producidas en la Plaza de Mayo, el Congreso y las inmediaciones del Obelisco porteño durante la vigencia del estado de sitio decretado con el objetivo de reprimir la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001. Se juzga a 17 acusados por delitos culposos (sin intención) de homicidio, tentativa de homicidio y lesiones de distinto grado en perjuicio de 123 personas, es decir como si nadie hubiera dado la orden de reprimir.
Los principales imputados son: el ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov –único político acusado en el inicio del juicio–; el entonces jefe de la Policía Federal, comisario Rubén Santos, y los ex comisarios Raúl Andreotti y Norberto Gaudiero, entonces Superintendente de Seguridad Metropolitana y Director General de Operaciones de la PFA, respectivamente. También había sido procesado el entonces ministro del Interior, Ramón Mestre, quien además fue uno de los firmantes del decreto de Estado de Sitio, pero falleció en el 2003.
De la Rúa no está en el banquillo de los acusados porque fue sobreseído por el juez federal Claudio Bonadío siguiendo el criterio de que “carecía de conocimiento exacto de la situación”, en un trámite que está apelado ante la Corte Suprema de Justicia, y sólo comparecerá para declarar como uno más de los 580 testigos ofrecidos en un juicio que demandará no menos de un año de audiencias.
La línea del kirchnerismo desde el gobierno fue presentar el caso como un desborde policial en el que los autores materiales de los homicidios están indeterminados, juzgándose a sus superiores en relación a este supuesto desborde. Así tampoco se encuentra entre los enjuiciados el ex presidente Fernando De la Rua.
El kirchnerismo desde el gobierno, el Ministerio de Justicia y la Procuración General de la Nación en definitiva han omitido en la acusación la verdadera responsabilidad del gobierno de De la Rua, su secretario de Seguridad y su jefe policial en la determinación de salir a matar en las calles del microcentro el 19 y 20 de Diciembre del 2001, con la intención de dispersar mediante el terror la movilización popular en los alrededores de la Plaza de Mayo. Este plan fracasó en su intento desmovilizador y dispersivo, agravó la crisis política y terminó con su gobierno, llevando a la  renuncia de la presidencia de la Nación a Fernando De La Rúa.
Pero en opuesta proporción con la liviandad en la acusación de estos asesinatos, el kirchnerismo escenifica su rol “contra la impunidad” montando su escenario frente al edificio de Comodoro Py mientras se desarrolla el juicio.
Esto no fue impedimento para que un conjunto de fuerzas nos movilizáramos también a la puerta de los juzgados condenando a los asesinos materiales y políticos de los asesinatos del Argentinazo y denunciando también las características de este juicio amañado.
Las víctimas
Las víctimas fatales cuyos homicidios son juzgados en esta instancia son Alberto Márquez, Gastón Riva, Carlos Almirón, Gustavo Benedetto y Diego Lamagna. En tanto, las tentativas de homicidio fueron en perjuicio de Martín Galli y Paula Simonetti, que fueron heridos por balas de plomo.
Alberto Márques tenía 57 años, era militante del peronismo de San Martín y vendía seguros. Carlos “Petete” Almirón tenía 23, estudiaba Sociología, colocaba membranas con su papá y militaba en la Correpi y en el Centro de Desocupados 29 de Mayo de Lanús. Diego Lamagna tenía 27 y hacía exhibiciones con su bicicleta en la categoría BMX. Gastón Riva, de 30 años, estaba casado con María Arena y tenía tres hijos. Trabajaba como mensajero en su Honda CG 125. Gustavo Benedetto era empleado precarizado en un supermercado Día y, ante la certeza de que se quedaría sin trabajo, salió a manifestar su bronca.
Diego, Gastón, Petete y Alberto fueron asesinados en la tarde del 20 de diciembre en cercanías del microcentro. Gustavo Benedetto murió asesinado por un disparo que recibió desde adentro de las instalaciones del banco HSBC, ubicado en Avenida de Mayo y Maipú, y cuyo autor sería el teniente coronel Jorge Varando, jefe de seguridad del banco, filmado apuntando su arma a los manifestantes pero que fue absuelto. Por el encubrimiento de este crimen está imputado el subcomisario de la Policía Federal, Omar Bellante.
En el resto del país, la represión dejó como saldo el asesinato de otras 30 personas. Por todos seguimos exigiendo juicio y castigo a los responsables políticos y materiales. ¡Compañeros caídos del 19 y 20, presentes!